Cinco consejos para elegir bombillas LED

Hemos hablado del ahorro energético y económico que suponen las luces LED, sus ventajas y los continuos avances tecnológicos que se producen en el sector de la domótica perteneciente a la iluminación. Sin embargo, qué factores debemos tener en cuenta a la hora de elegir una iluminaria LED determinada. El mercado emergente de iluminación LED ofrece una amplia gama de variedades, calidades y precios. Cuando nos disponemos a comprar una bombilla LED encontramos una gran variedad de fabricantes y tipos de bombilla entre los que elegir. Si queremos acertar en nuestra compra deberemos tener en cuenta la calidad del producto en cuestión  y que se adecue a los requisitos que se requieren para un espacio concreto.

A continuación, les indicamos cinco aspectos  que no se deben pasar por alto a la hora de elegir una  bombilla LED:


     1.   Cantidad de LEDs y densidad del material activo

La cantidad de LEDs que contiene una bombilla es variable y van desde tres hasta series de veinte. El número de LEDs  de una bombilla común se encuentra entre los tres y los cinco. La bombilla será más eficiente y duradera, es decir, tendrá una mayor calidad, si contiene un alto porcentaje de densidad de material activo en su composición.

El material activo es el material que convierte la electricidad en fotones, de este material depende que una bombilla LED emita una mayor cantidad de luz. Este aumento de la calidad también conlleva un aumento del precio. Algunas bombillas suplen una alta densidad de material activo en un LED aumentando el número de LEDs a veinte o más, esto produce un abaratamiento del coste del producto. 


Si decidimos comprar una bombilla de una densidad inferior a un precio más bajo es probable que se deteriore más fácilmente. 
  


      2.   Potencia

La potencia lumínica se mide en lúmenes. El lumen es la unidad que se usa para expresar la cantidad de luz que emite una bombilla. No existen actualmente, unos criterios rigurosos que se apliquen a todos los distribuidores por igual, por lo tanto, puede haber variaciones entre bombillas del mismo número de lúmenes dependiendo de las marcas. Generalmente, un LED emite un máximo de noventa lúmenes.

Los vatios miden el consumo eléctrico de la bombilla. La gran ventaja que aportan las bombillas LEDs frente a otros tipos de bombillas (incadescentes, halógenas, fluorescentes,etc.) es que con pocos vatios tienen una mayor cantidad de lúmenes. De esta forma se produce un ahorro eléctrico de hasta un 80%  mientras que disfrutamos de una mayor cantidad de luz. Para que nos hagamos una idea, una bombilla LED de 12 w sustituye a una bombilla incandescente de 60 w con una potencia lumínica de 850 lúmenes aproximadamente. La siguiente tabla muestra la equivalencia en vatios (consumo) entre los diferentes tipos de bombillas:

         3.   Ángulo de apertura de luz

Depende del espacio que queramos iluminar utilizaremos bombillas con distintos ángulos de iluminación. Las bombillas LED son muy adaptables en cuanto a rango de iluminación. Podemos iluminar desde pequeños espacios, como una estantería, a una habitación entera con una sola bombilla. Un ángulo de cuarenta grados nos permitirá conseguir un efecto foco, para un espacio menor, mientras que con una bombilla de 120º grados podremos abarcar espacios más amplios, como por ejemplo, una habitación.

      
        4.   Temperatura de color

Los grados Kelvin indican el tipo de color que tendrá la luz de nuestra bombilla. Hay tres tipos de luz: blanco cálido, blanco puro y blanco frío. El blanco cálido ronda los 3.000 K, se recomienda para ambientes confortables como salones o habitaciones. El blanco puro ronda los 4.500 K y es una luz de intensidad media, suele utilizarse en cuartos de baños, cocinas, etc. La luz más intensa corresponde al blanco frío, 5.800 K, que se suele recomendar para lugares cerrados donde se necesita mucha luz como, por ejemplo, un garaje. En este enlace podréis obtener más información respecto a la temperatura del color.

Es conveniente recordar, sobre la temperatura de color, la posibilidad de regular la intensidad de la luz para crear diferentes ambientes con el uso de un Dímer. Existen diferentes modelos de dímers adaptables para cada tipo de iluminaria. Cuando realizamos la compra de una bombilla suele indicarse la compatibilidad con los dímers en la misma caja, bajo la palabra Dimmable.


        5.   Casquillos, formas e instalación

Al sustituir una bombilla debemos tener en cuenta el tipo de casquillo que utiliza, la letra nos indica el tipo de rosca y los números el diámetro. Los más comunes son los siguientes:

También debemos tener en cuenta las diferentes formas en las que podemos encontrar las bombillas: espiral, de tubo, esférica, de globo, etc. Dependiendo de si la bombilla va a ser utilizada con fines decorativos podremos escoger entre una u otra. En cuanto a la instalación, es importante que la revisemos para determinar las partes que se pueden reutilizar y/o las que cabría cambiar.

Para terminar, sería conveniente recordar que la dicotomía calidad, precio la encontramos en la mayoría de los productos. En este caso, la elección de una determinada bombilla depende de las preferencias, necesidades y valoraciones de los consumidores, que son los que deciden, en último término,  en su disposición de elegir el producto que mejor se adapte a sus necesidades. Este post pretende servirles de ayuda en esa empresa, le deseamos el éxito en su compra.